La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo progresivo que ocurre cuando ciertas neuronas en la región cerebral conocida como sustancia negra mueren o se deterioran. Normalmente, estas neuronas producen una sustancia vital llamada dopamina. La dopamina es el mensajero químico encargado de transmitir señales entre la sustancia negra y el siguiente “puesto de retrasmisión” en el cerebro, lo que permite el funcionamiento coordinado y sin problemas de los músculos y el movimiento del cuerpo.
Las cuatro características claves de la enfermedad de Parkinson incluyen: temblor en reposo, rigidez muscular, inestabilidad postural y lentitud en los movimientos (bradicinesia). Los síntomas del Parkinson pueden variar en cada paciente.
La enfermedad de Parkinson afecta a hombres y mujeres en casi igual medida. La edad promedio de inicio es de 60 años, y la incidencia aumenta significativamente con la edad. Sin embargo, alrededor del 5 al 10 por ciento de las personas con enfermedad de Parkinson tiene una enfermedad de “inicio temprano”, es decir, que comienza antes de los 50 años de edad. La enfermedad no hace distinciones sociales, étnicas, económicas o geográficas y a pesar de los grandes avances en la investigación aún no se conoce exactamente su causa.